El futuro de la robótica en el campo de batalla pasa por evitar a los humanos el primer contacto con el enemigo

El reciente ejercicio llevado a cabo por el ejército de los Estados Unidos en el marco del Project Convergence revela que las pruebas realizadas para la futura integración de los robots autónomos en el frente, pasan por evitar la gran

El reciente ejercicio llevado a cabo por el ejército de los Estados Unidos en el marco del Project Convergence revela que las pruebas realizadas para la futura integración de los robots autónomos en el frente, pasan por evitar la gran cantidad de bajas (las propias, claro está) que se dan en el primer contacto con el enemigo.

La guerra de Ucrania ya nos ha dejado entrever cómo serán los campos de batalla del futuro, con participación masiva de sistemas electrónicos, incluidos los autónomos, que aún estarán presentes en mayor cantidad que ahora.

Con las lecciones aprendidas tanto de este conflicto, como de la invasión azerí de Artsakh (donde los drones autónomos, la loitering ammunition como se llama en inglés, o munición de tipo «disparar y olvidar«), el ejército de los Estados Unidos ha culminado su programa Project Convergence con un ejercicio, del cual nos informan en Defense News..

El objetivo de este programa es el de integrar los robots autónomos en escenarios de combate, poner a prueba los conceptos desarrollados, y rectificar para mejorar esta integración mediante los ejercicios prácticos. Y, tal como nos explican en Defense News, uno de los papeles preponderantes que se han dado a los robots autónomos en este ejercicio es el de hacer el primer contacto con las fuerzas enemigas.

El artículo describe el asalto a una posición enemiga situada en una área urbana, por parte de un escuadrón de los Marines, asalto que viene precedido por observación a través de drones tanto aéreos como terrestres, de un bombardeo aéreo por parte de drones a las posiciones enemigas observadas, y de un avance en el cual la punta de lanza son los pequeños vehículos equipados con ametralladoras y lanzagranadas u otras armas para el combate urbano.

El primer contacto con una fuerza enemiga atrincherada en posiciones defensivas estáticas, siempre suele ser el más sangriento para los atacantes (no en vano, se considera que una ofensiva difícilmente tendrá éxito si el atacante no consigue una relación de fuerzas de 3 a 1 o 5 a 1 a su favor, para ir reemplazando las bajas), por lo que el ejército estadounidense parece persuadido de que los sistemas autónomos pueden asumir este primer contacto con el enemigo para así ahorrar bajas humanas.

Lo que ahora se debe trabajar, según las mismas fuentes del US Army citadas por Defense News, es la disponibilidad de un suministro adecuado de estos artefactos autónomos, lo que comportará, a su vez, cambiar la forma de comprar material desde el Departamento de Defensa, ya que la evolución de la tecnología es tan rápida en esta área de la robótica y la inteligencia artificial, que con la dinámica actual de compras, cuando se produzca un despliegue, los sistemas autónomos ya estarían obsoletos respecto a la tecnología de última hornada.

A nivel técnico, para los nuevos vehículos autónomos se debe tener en cuenta su conectividad a una red robusta y segura, a prueba de ciberataques e interrupciones por parte del enemigo, y la disponibilidad de una interfaz de usuario amigable.

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